“El clima de esta isla, a causa de su situación, es el menos benigno de las Baleares, pues está expuesta a las influencias del Golfo de León. No obstante, por carecer de montañas altas,Menorca posee la ventaja respecto a Mallorca de verse libre de la presencia de nieve en las cimas de los montes durante una parte del año y puede rehuir así el consiguiente enfriamiento del aire del ambiente.
Los vientos de noroeste, que azotan las costas del sur de Francia, llegan casi siempre a Menorca como vientos del norte o noreste, y no sólo no pierden su fuerza sino que incluso parece como si la aumentaran, tanto, que llegan a ser una verdadera plaga para la vegetación, sobre todo cuando soplan en primavera. Los vientos de noroeste, si bien más infrecuentes, son a veces mucho más fuertes que los del norte y se hacen notar mayormente en el lado de Ciudadela. Los otros vientos raramente causan daños a los cultivos de los campos o huertos, y a los edificios”.
Archiduque Luis Salvador, Menorca, 1897, La Foradada, 2000