“En el camino que lleva a la fuente de Tudja se encuentran de tanto en cuanto pequeños conjuntos de casas; se componen de casa bajas, construidas bastamente y cubiertas de paja.
En el camino se ve al fondo del largo valle y al fondo el macizo montañoso perfectamente modelado.
Una de las grandes ventajas de Bejaia reside en su riqueza en agua y en su muy buena calidad. El agua es conducida hasta la ciudad a partir de la fuente de Tudja que dista 25 Km. y se sitúa cerca del pueblo Kabil del mismo nombre. La fuente se halla al pie del macizo montañoso al este del pueblo, a partir del cual se llega por un camino que está repleto de plantaciones de olivos.
En el lugar que los autóctonos conocen como El Hannaïat (les arceaux), se ven los restos de una fila de arcos, sobre la que pasaba el conducto de agua romano. 18 pilares cuadrados hechos con grandes piedras, y algunos con más de 15 metros de altura, se encuentran aún de pie.”
Archiduque Luis Salvador de Austria, Bougie La perle de l’Afrique du Nord, l’Harmattan, Paris, 1999 (Prague, 1899)
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