“Al seguir el camino principal hacia Setif, se atraviesa un ancho valle con bosques y se llega a unas praderas. A la derecha al lado del camino se encuentra una briqueterie, cerca de la cual se halla la mejor vista de todo el macizo del cabo Carbón, la montaña Gouraya y a sus pies la ciudad de Bejaia.
Todos los años, el 28 de febrero; es decir, el día 27 de la fiesta del ramadán, se celebra una gran misa en esta misma pradera. El peregrinaje hacia la ciudad de Bejaia data de muy antiguo. Era tan importante para los buenos musulmanes como el de la Meca.”
Archiduque Luis Salvador de Austria, Bougie La perle de l’Afrique du Nord, l’Harmattan, Paris, 1999 (Prague, 1899)
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