“Casi todos los lugares de este magnífico camino costero, que va desde el fuerte Abd-el-Kader hasta el golfo de Sidi-Yahïa, ofrecen una imagen perfecta. La que podemos observar es una de las más bonitas. A algunos pasos del muelle que se observa a la izquierda percibimos una parte del castillo roído por el tiempo y los proyectiles. Las laderas, coronadas por bosquecitos pintorescos, forman una larga línea delante de la cual se encuentran rocas derrumbadas. Reina en el lugar una sobra profunda en la que los pájaros buscan a manudo refugio.
Cada pequeña esquina del camino nos descubre un nuevo grupo de rocas sobre el mar hasta llegar al cabo Bouak cuyas grandes paredes se observan al fondo de la imagen. A lo lejos se ve el mar y la costa que se disocia progresivamente de las colinas y rodea el golfo de Bejaia. Uno nunca se cansa de dicho paseo y día tras día se serpentea el camino con placer, se descansa sobre los bloques de conglomerado que han caído sobre el camino, se espía ya en el mar peces brillantes o se escucha el sonido de los pájaros. Una vez que se ha girado la esquina del viejo castillo, toda esta zona está también completamente protegida del viento de noroeste y un eterno tiempo primaveral la domina.”
Archiduque Luis Salvador de Austria, Bougie La perle de l’Afrique du Nord, l’Harmattan, Paris, 1999 (Prague, 1899)
Programación: torresmarques.com :: Diseño: Digitalpoint