“Bizerta tiene seis baños, o Hammam, de los que ninguno es particularmente bonito. Como en cualquier país musulmán los hombres y mujeres los visitan en horas diferentes.
A lo largo de las calles se sitúan numerosas tiendas de comestibles, sobre todo de pastelería donde, entremezcladas, se esparcen los vegetales más diversos al lado de los panes, pasteles, aves especialmente perdices, y todo tipo de avituallamientos imaginables. Y dentro de toda la pompa, el desorden más pintoresco, como sólo los moros saben crear.
Muchos comerciantes improvisan lugares de venta cerca de la explanada: por aquí venden coles; por allá, en pequeñas cajas, palomas; en otro lugar cerámica de diferentes formas, bonitos jarrones junto con vulgares utensilios de cocina. Además hay vendedores ambulantes que portan su mercancía con la mano.”
Archiduque Luis Salvador de Austria, Bizerte, J. Rothschild, Paris, 1900 (Prague, 1897)
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