“Bizerta tiene alrededor de mil católicos que viven en excelente equilibrio con los seis a siete mil árabes que tiene actualmente la población de Bizerta, a los que hay que añadir unos setecientos u ochocientos israelitas. Quitando los funcionarios, los cristianos son casi todos obreros o pescadores.
Los ciudadanos árabes, que en muy pocas ocasiones se casan con francesas, son en su mayoría monógamos; los campesinos, lo son siempre. Aquellos a los que la fortuna les permite tener varias mujeres, las separan en diferentes casas de manera a poder encontrar una casa allí donde sus negocios o sus placeres les reclaman. La mujeres, las ciudadanas, se sienten intimidadas por los extranjeros y se suelen envolver en un pañuelo negro en su proximidad.
Los campesinos, a pesar de su pobreza, viven con relativa tranquilidad conservando en sus casas pocos objetos de valor. Las campesinas van con el rostro descubierto … Su constitución es habitualmente robusta, tienen los gemelos muy desarrollados, sea por el trabajo o por los paquetes que tienen costumbre de transportar.”
Archiduque Luis Salvador de Austria, Bizerte, J. Rothschild, Paris, 1900 (Prague, 1897)
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