Mallorca

"La carretera de Inca, que nacida en Palma lleva por aquella hasta Alcúdia casi en línea recta y paralelamente a la cadena de montañas uniendo ambas bahías, es la arteria principal de Mallorca, y en ella confluyen casi todas las vías de comunicación del centro de la isla. Arranca en las proximidades de la Porta Pintada, atraviesa los Hostals y pasa por cuatro localidades.

Al pie de una colina baja, cubierta de árboles y coronada por un molino de viento, se encuentra a 2 km. de la carretera de la iglesia de Sant Marçal, parroquia de Marratxí.

Cabe suponer que la fábrica ha experimentado numerosas alteraciones; en la clave de bóveda puede leerse la fecha de 1714. En 1853 fue ampliada a costa de los vecinos del lugar,  con algunas subvenciones del gobierno, de modo que a las tres capillas laterales originales fue añadida otra por lado y el coro. Se cree que la estatua de Sant Marçal que preside el altar mayor data del siglo XV. Y es particularmente hermosa la pila bautismal, de una sola pieza en mármol rojo. El templo está aislado y constituye una verdadera iglesia rural, a un kilómetro del caserío  de Sa Cabaneta y de la Possessió de Son Verí. Los vecinos de Marratxí, en número de 3.090, viven muy dispersos, aunque de hecho se caracterizan tres caseríos principales: Sa Cabaneta, a 4,5 Km. de este el ya mencionado Pla de Na Tesa, donde se encuentran los grupos de casas del Pont d’Inca y d Marratxí y Pòrtol. Queda a la izquierda de la iglesia el pequeño camposanto. El interior se configura como bóveda de cañón sostenida por cinco arcos, con igual número de capillas a uno y otro lado y coro encima de la entrada principal. Sólo las dos primeras capillas son nuevas, y a ellas se adosa una sacristía abovedada con nervaduras entrelazadas y escudo de armas en la clave.

Al poco de una hermosa vista de Alaró, por la izquierda, atraviesa la vía un anodino paso entre las colinas para adentrarse en un viñedo ya a las puertas de Santa María. Esta localidad, con 1.145 habitantes, se compone de una serie de pequeñas casas grises, 373 en total, de las cuales 48 están deshabitadas, diez son de dos plantas y las restantes de una sola. Todas las casas presentan ventanas con alféizar, y en su mayoría puertas rectangulares junto a las que a menudo se encarama una airosa parra. Son asimismo frecuentes los voladizos sostenidos por arcos, sobre todo en los Hostals. Algunas casas presentan marcadamente sobresalida la última teja de la cubierta, que hace las veces de vierteagua.

Sigue bajo la advocación de Nostra Senyora del Camí, cuya imagen preside el altar mayor. Presenta una poco agraciada torre erigida en 1751-1753, recubierta de azulejos de color azul, que se alza a 166,69 m. por encima del nivel del mar. El portal ornado de apliques de mármol local y asimismo en estilo rococó lleva la fecha de 1758. La fachada principal erigida en 1757 y con gusto similar presenta varias lumbreras redondas. El interior presenta una bóveda circular sostenida por siete arcos de medio punto de los que parten nervaduras que se entrelazan formando un rosetón con escudo de armas. También por encima del coro que se encuentra sobre la entrada principal se cruzan nervaduras simples. Cinco son las capillas existentes en cada lado del templo, de las que la cuarta de la izquierda, dedicada a la Mare de Déu del Roser, fue dispuesta a modo de pequeña rotonda con cuatro altares, además del mayor, tipo de construcción que vemos con gran frecuencia en muchas iglesias mallorquinas; la capilla opuesta está ocupada por una entrada y por el órgano, construido por el famoso organero mallorquín Jordi Bosch.

Abandonamos Santa María por el Carrer d’Inca, ocupado ya por la carretera, y al poco damos con una Guixera o fábrica de yeso construida en 1878.

A ambos lados de esta se extiende un grupo de casas, preámbulo de la localidad de Consell. Esta, dependiente de Alaró y a 4,9 km. de distancia, cuenta con 1.077 habitantes y 237 casas, las más de puerta rectangular y dintel de piedra caliza, entre huertecillos de chumberas y granados.

El templo es pequeño con campanario superior que se eleva 178,47 m. por encima del nivel del mar y portalón de mármol rojo de Binissalem, hoy adornado con un reloj. Muchos fueron los años que Consell careció de él, de tal suerte que no era raro que el viajero circunstancial fuera con frecuencia abordado con “Quina hora es?” (¿Qué hora es?).

La carretera se hace aquí más estrecha para discurrir entre los extensos viñedos del rico término vitivinícola de Binissalem y progresar luego a lo largo de no menos ricas plantaciones de almendros, higueras, algarrobos y olivos, donde la regularidad y esmerado laboreo son nota dominante, en especial con las higueras, dispuestas en línea recta donde las haya."

Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Mallorca: La isla. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.

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