Pitiusas

El centro de la vida doméstica del ibicenco y elemento más característico de la misma es sin lugar a dudas la polivalente estancia principal de su vivienda.

Las paredes, originalmente blanqueadas y con el tiempo ennegrecidas, así como la armazón de vigas de pesado y oscuro maderamen de pino, harían que esa estancia se nos antojara yerma y lóbrega, de nos ser por la exuberancia de objetos que le prestan un carácter muy particular. En orden cromático se suceden mesas, bancos, barricas y diminutas sillas, muy bajas, de asiento confeccionado con hojas de palma. Es frecuente la presencia de un banco de obra adosado a la pared a lo largo de toda su longitud. De los muros cuelgan una gran cantidad de aperos del campo, domésticos, artes de pesca y utensilios diversos. Destacan también sobre tablones unos recipientes de color rojo y hermosa forma, con dos asas, que reciben el nombre de gerres y son fabricados generalmente en Mallorca; a su lado, una fuente de loza esmaltada en crudo e importada de contrabando desde Argel. De la oscura techumbre pende por lo común un bastidor de caña trenzada o entretejida para proteger el pan, cuyas hogazas son horneadas para toda la semana.

Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Primera parte: Las Antiguas Pitiusas. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.

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